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¿Sabías que Barcelona tiene más dragones que personas? Bueno, en realidad no es así, pero…

Barcelona es una ciudad de dragones. Y no, no es que vayas a cruzarte con uno real caminando por la Rambla —¡aunque en Barcelona nunca se sabe!—, pero sí que encontrarás dragones casi por todas partes: en fachadas, fuentes, puertas, bancos, techos… Son parte del alma secreta de la ciudad.

En este artículo te contamos por qué Barcelona está tan llena de dragones, dónde puedes ver los más famosos, curiosidades que te harán mirarlos de otra manera y cómo convertir su búsqueda en un plan perfecto tanto si vives aquí como si estás de visita.


¿Por qué hay tantos dragones en Barcelona?

Todo empieza con Sant Jordi, el patrón de Cataluña. Según la leyenda, Sant Jordi mató a un dragón para salvar a una princesa y de su sangre brotó una rosa roja. Esta historia es tan importante que cada 23 de abril, Barcelona se transforma en un mar de rosas y libros para celebrar el Día de Sant Jordi.

El dragón se convirtió en un símbolo de protección, valentía… y también de cultura y amor. Desde la Edad Media, los arquitectos y artistas barceloneses han incorporado dragones en sus obras como homenaje a esta leyenda.

Pero no solo eso: en la época modernista, grandes nombres como Gaudí, Domènech i Montaner o Puig i Cadafalch llevaron esta tradición al siguiente nivel, llenando sus edificios de criaturas fantásticas.


Dónde encontrar los dragones más famosos de Barcelona

Te dejamos una ruta para que puedas descubrir algunos de los dragones más emblemáticos de la ciudad:

1. El dragón del Parc Güell

En la entrada monumental del Parc Güell te recibe uno de los dragones (o salamandras, según a quién preguntes) más famosos del mundo. Su mosaico de trencadís de colores es uno de los iconos de Barcelona.

📍 Dirección: Carrer d’Olot, s/n

2. El dragón de la Casa Batlló

La azotea de la Casa Batlló representa el lomo de un dragón gigante, cubierto de escamas brillantes. Y la cruz de la fachada sería la espada de Sant Jordi clavada en su espalda. Un diseño lleno de simbolismo firmado por Gaudí.

📍 Dirección: Passeig de Gràcia, 43

3. El dragón de la Casa Bruno Cuadros

En plena Rambla, esta antigua tienda de paraguas, también conocida como «Casa dels Paraigües», luce en su fachada un impresionante dragón oriental que sostiene un farolillo.

📍 Dirección: La Rambla, 82

4. El dragón de la fuente de Canaletes

Muy cerca de la famosa fuente donde el Barça celebra sus victorias, podrás ver pequeños dragones decorativos fundidos en hierro.

📍 Dirección: Rambla de Canaletes

5. El dragón de la Catedral de Barcelona

La Catedral de la Santa Cruz y Santa Eulalia tiene gárgolas en forma de dragón que protegen el templo desde sus alturas. ¡Mira hacia arriba cuando la visites!

📍 Dirección: Pla de la Seu


¿Cuántos dragones hay realmente en Barcelona?

Nadie lo sabe exactamente. Se calcula que hay más de 400 representaciones de dragones repartidas solo en el centro de la ciudad. Entre esculturas, relieves, mosaicos, gárgolas y detalles arquitectónicos, encontrar dragones se convierte en una especie de «búsqueda del tesoro» urbana.

Dato curioso:
👉 Un proyecto ciudadano llamado «Bestiari de Barcelona» intentó catalogarlos, pero pronto se dieron cuenta de que aparecen en lugares insospechados: pomo de puertas, picaportes, decoraciones interiores… ¡y hasta en tapas de alcantarilla!


¿Cómo convertir la ruta de los dragones en un plan diferente?

¿Tu primera visita a Barcelona?

  • Haz una ruta a pie libre por el Barrio Gótico, el Eixample y Gràcia buscando dragones.
  • Combínalo con visitas culturales como la Casa Batlló o el Parc Güell.
  • Participa en tours temáticos de leyendas y misterios de Barcelona.

Para los que viven en Barcelona:

  • Propón un reto entre amigos o familiares: ¿quién encuentra más dragones en una tarde?
  • Organiza una yincana fotográfica de dragones para niños o adultos.
  • Redescubre tu ciudad con ojos curiosos: cada calle esconde una sorpresa.

Barcelona y su amor por los dragones: mucho más que una leyenda

Los dragones de Barcelona no solo decoran la ciudad: representan valores como el coraje, la creatividad y el amor por las historias. Son un recordatorio de que, en Barcelona, siempre hay algo mágico esperando a ser descubierto.

Así que la próxima vez que camines por sus calles, no olvides mirar hacia arriba, hacia abajo y a los lados. ¡Puede que encuentres un dragón vigilándote!

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