La casa maldita del número 3 de la calle Estruc
Barcelona es una ciudad llena de secretos, y algunos de ellos se esconden en lugares donde menos te lo esperas.
Uno de los más inquietantes se encuentra en una pequeña y aparentemente tranquila calle: la calle Estruc, justo al lado de la bulliciosa Plaça Catalunya.
Allí, en el número 3, se dice que existió una casa maldita, un lugar envuelto en supersticiones, brujería y fenómenos extraños.
¿Leyenda urbana o algo más?
Hoy te contamos todo sobre uno de los misterios más oscuros de la vieja Barcelona.
¿Dónde está la calle Estruc?
La calle Estruc es una pequeña vía peatonal que conecta Plaça Catalunya con la calle Comtal.
Pasa tan desapercibida que la mayoría de los turistas ni siquiera la notan… pero si te fijas bien, descubrirás detalles que revelan su pasado mágico.
📍 Ubicación exacta: Carrer Estruc, 08002 Barcelona
El nombre «Estruc» ya da pistas: en catalán antiguo, “astruc” se asocia a “brujo” o “hechicero”. Se dice que ahí vivía Astruc Sacanera, un brujo que utilizaba una piedra mágica con fines curativos.
¿Qué pasó en el número 3 de la calle Estruc?
Según las crónicas populares, el número 3 de la calle Estruc era famoso en los siglos XVI y XVII por estar asociado a actividades de hechicería y magia negra.
Se decía que:
- En la casa vivieron varias personas acusadas de practicar brujería.
- Allí se realizaban rituales secretos, invocaciones y pociones.
- Algunos relatos incluso hablaban de fenómenos inexplicables: ruidos en la noche, luces extrañas, desapariciones misteriosas.
Con el tiempo, la casa ganó una fama temible: quien vivía allí, sufría desgracias.
La maldición del número 3
Las leyendas urbanas aseguran que varias familias que intentaron habitar la casa:
- Enfrentaron enfermedades repentinas.
- Perdieron fortunas de manera inexplicable.
- O cayeron en la locura o la muerte prematura.
La historia más conocida habla de una joven criada que, tras entrar a trabajar en la casa, comenzó a tener visiones y fue encontrada días después caminando sin rumbo por la ciudad, murmurando frases sin sentido.
¿Realidad o sugestión?
Historiadores y estudiosos del folclore creen que la fama maldita de la casa podría tener varias explicaciones:
- Relatos exagerados: La reputación de la calle como lugar de brujos podría haber alimentado todo tipo de rumores.
- Condiciones insalubres: En épocas pasadas, las casas en mal estado eran focos de enfermedades, que a veces se interpretaban como “maldiciones”.
- Efecto psicológico: Vivir en un lugar señalado como maldito puede generar miedo, ansiedad… y síntomas reales.
Aun así, muchos barceloneses de hoy prefieren no tentar a la suerte pasando por el número 3 por la noche.
La calle Estruc hoy
Actualmente, la calle Estruc es una tranquila vía comercial, con tiendas de ropa, cafeterías y restaurantes.
Parece difícil imaginar que este lugar estuviera vinculado al mundo de lo oculto.
Pero si paseas con atención, encontrarás algunos recordatorios de su pasado:
- Hay pequeños símbolos esotéricos en algunas fachadas.
- Se dice que aún persiste una energía especial, difícil de explicar pero fácil de sentir.
Consejo:
👉 Si quieres añadir un toque de misterio a tu paseo por el centro de Barcelona, no dudes en buscar el número 3 de la calle Estruc… pero, por si acaso, lleva algún amuleto contigo.
¿Por qué sigue fascinándonos esta historia?
Barcelona está llena de mitos, y la casa maldita de la calle Estruc toca varias fibras:
- El miedo a lo desconocido.
- La curiosidad por los secretos escondidos en plena ciudad.
- El encanto de las leyendas antiguas que sobreviven al paso del tiempo.
Aunque nadie pueda confirmar la veracidad de los hechos, la historia del número 3 sigue pasando de generación en generación, alimentando el imaginario colectivo.
La casa maldita de la calle Estruc: un misterio que sigue vivo
Al final, la historia del número 3 es, como tantas otras en Barcelona, un espejo de nuestra fascinación por lo inexplicable.
Quizá solo sea una leyenda…
O quizá, si paseas una noche silenciosa por la calle Estruc y miras hacia el número 3, sientas un leve escalofrío recorrer tu espalda.
Por si acaso, recuerda: en Barcelona, las piedras también cuentan historias.